miércoles, 10 de noviembre de 2010

PASIÓN CIBERNAUTA… O SOLEDAD GLOBALIZADA



"¿No será que el blackberry, el twitter, el facebook, y todo esto es la expresión máxima de la soledad global? A veces, lo creo." @DragonDomm 

Hace poco me llamó la atención este comentario publicado en el twitter de Mario Domm, líder y compositor del grupo "Camila". Y sin poder evitarlo, de inmediato despertó en mí una reflexión que ya desde hacía algún tiempo me venía dando vueltas por la cabeza…

¿Vivimos en un mundo tan acelerado que acaso ya no nos queda tiempo de compartir nuestras inquietudes con el mundo real? es decir, con el mundo alejado de los gigas, los megas, el software, el hardware, las redes sociales, y todo lo que engloba el internet… ó acaso de verdad nos sentiremos tan solos y vacíos que preferimos compartir no solo nuestras inquietudes, los gustos, los sentimientos, las frustraciones, los miedos y todo lo que nos sucede, con un completo mundo de desconocidos…


Un ejemplo claro son las redes sociales, como el facebook, en el que regularmente te inscribes por medio de una invitación y en la que generalmente al principio encuentras familiares, amigos, y poco a poco se va ampliando tu red de contactos con los amigos de tus amigos, y después con los amigos, de los amigos de tus amigos… y así hasta que sin darte cuenta, el ochenta por cierto de tu amplio récord de contactos se amplía cada vez más con gente que no reconocerías si te los toparas en las calles. Y lo peor es que vas adornando tu perfil primero con imágenes tuyas donde luces muy bien, luego divertidas, y sin darte cuenta ya tienes fotos muy personales de tu familia y tu entorno. Así también sucede con los comentarios que publicas, que pueden ser desde citas famosas ó de tu propia inspiración, hasta terminar poniendo lo que te vas a poner para la fiesta del próximo sábado o los litros de cerveza que te tomaste en el antro.

¿Y que decir del twitter? Donde tienes 140 caracteres (letras) para expresarte, y en los que pasa lo mismo más o menos los mismo, ya que si no te alcanzan los caracteres terminas escribiendo, quise decir tuiteando, él porque de tu depresión ó porque no quisiste sacar a pasear al perro ó cuantas veces fuiste al baño... ¡¿Qué demonios le importa a los demás eso?¡ Nos hubiéramos preguntado años atrás.

Pero lo peor de la situación es que sí nos importa, y porque nos importa… ya es otro cantar, o el mismo cantar de hecho; la soledad globalizada. Por que el asunto en todo esto es que más y más personas aparentemente no relacionadas entre sí, se conectan por este medio para (textualmente) seguir las vidas, y vicisitudes de perfectos desconocidos. No es descartable el utilizar el pretexto de seguir a personalidades famosas como artistas, políticos, intelectuales, informadores etc, para el caso viene siendo lo mismo…

Y puede resultar curioso que sea precisamente alguien que tenía hi5 y que cuenta actualmente con inscripción en facebook, twitter, Messenger, (sin mencionar este mismo medio de expresión bloggero) quien reflexione al respecto. Pero hasta una adicta (debo reconocer) a las mieles que ofrece la súper carretera de la información, es capaz de observar los hechos y consecuencias de esto.

Por otro lado y apoyando  la teoría de la soledad globalizada, debo agregar también la pasión contenida. Es decir la pasión que también se hace presente por estos medios electrónicos.

Tal vez sea mas claro explicarlo con ejemplos; Retomando el tema del "facebook", en el cual  existen múltiples actividades que se pueden realizar por este medio, una de ellas son los ya famosos juegos, como la granja, el restaurante, las mascotas, la mafia, etc. Juegos en los que descargamos nuestras frustraciones, al sentirnos dueños de una propiedad agropecuaria que deberás ir enriqueciendo con vacas, gallinas,  tomates, y todo lo necesario para formar la mejor granja. 

Yo misma lo supe al formar parte de algo parecido llamado “Kingdoms of Camelot”, un juego donde construía murallas, creaba armas, alimentos para los ejércitos, engrandecía mi castillo etc. Y debo reconocer que resulta en realidad muy entretenido, tanto que termina consumiéndote gran parte de tu día (y debo decir de tu vida), y que resulta una tentación no retomarlo desde el momento en que te conectas en internet.  Eso sin contar que se forman grupos entre los propios jugadores en los cuales casi de manera imperceptible, terminas en un fanático (pasional) grupo dedicado al 100 % ciento al crecimiento del juego. Esta por demás decir que los más avanzados son siempre los que no despegan la nariz del ordenador.

Así mismo sucede con los foros en los cuales se conjuntan personas interesadas en un tema en específico y de los cuales por primera instancia necesitas invitación para formar parte. Una vez dentro, es interesante observar como se interactúa, con la pasión con la que se debaten los temas, y lo más interesante es observar lo cerrado de los círculos, grupos que comparten su tiempo y vivencias, y no me refiero únicamente en aspecto negativo, porque incluso me ha tocado conocer a personas que descubren en esos grupos o foros, talentos que ni ellos mismos sabían tener, ya sea escribiendo, componiendo, etc. Es realmente interesante ver como un momento de soledad física, combinada con la compañía de cientos o millones de personas que se conectan a través de miles de kilómetros, puede dar como resultado el conocer otra faceta de nosotros mismos.


A todo esto me queda solo una duda… ¿acaso esa misma pasión compartida con un grupo de desconocidos sería la misma que sentimos y compartimos con los seres que viven y conviven en nuestro entorno físico?

La soledad, la globalización, la tecnología, el ritmo acelerado de la vida… la verdad es que se vuelve una conjunción de todo, el internet es una herramienta valiosísima para muchos aspectos, y satanizarlo tampoco es lo adecuado. Simplemente todo con medida, nada con exceso...